La ciudad, León capital, tiene algunos de los monumentos más espectaculares de España:
La Catedral gótica con las vidrieras más hermosas de Europa, los frescos románicos de la Colegiata de San Isidoro, conocidos como la capilla Sixtina del románico, y la fachada más impresionante del plateresco, el Hospital de San Marcos.
Pero lo que más os gustará de León es como se vive la ciudad, haciendo de las tapas todo un ritual como en el Barrio Húmedo.
Os aconsejamos que os perdáis por el entramado del casco histórico (aquí hay algunos hoteles) y el antiguo barrio judío, un lugar lleno de encanto, no en vano, recibió el premio europeo de rehabilitación del casco histórico en 2002.
Iréis descubriendo casas tradicionales con sus grandes cristaleras, acogedoras cafeterías y curiosas tiendecitas. Si preferís seguir una ruta tenéis donde elegir: la del camino de Santiago, la romana, la judía, la de las fuentes…
Entre sus callejuelas, destacan tres plazas. La Plaza Mayor, porticada y con el edificio del antiguo ayuntamiento, la Plaza de las Palomas, con edificios singulares y el plano-guía de la ciudad en bronce, y por último, la del Mercado, conocida popularmente como la Plaza del Grano, que es la que conserva más fielmente el encanto medieval y donde se sitúa el albergue de peregrinos.
Arquitectónicamente destacan el palacio del Conde Luna, recientemente restaurando para acoger la sede de la Universidad de Washington, el de los Guzmanes, sede de la Diputación, y el de Jabalquinto,ocupado por diferentes talleres artesanos (vidriería, encuadernación, pintura…).
No debéis perderos la muralla romana, a lo largo de la calle de los Cubos, en buen estado de conservación mantiene aún 36 torres o cubos lo que ha dado nombre a la calle.
Al atardecer, no dejéis de recorrer el Jardines de la Condesa y el paseo de Papalaguinda, siguiendo el río Bernesga que atraviesa la ciudad, os encantará.
Para los amantes del arte contemporáneo, León guarda agradables sorpresas: el MUSAC, interesante tanto por las exposiciones y actividades que organiza a lo largo del año como por el edificio en sí, ganador de algunos de los más importantes premios de arquitectura y diseño.
El Auditorio, justo al lado del museo, tiene un diseño rompedor y se programan actuaciones y conciertos de primer orden.
Los incondicionales del modernismo, estáis también de suerte porque en León encontrareis uno de los pocos edificios de Gaudí fuera de Cataluña, la Casa Botines.
Fue un encargo de una familia con raíces catalanas, y actualmente se organizan en él exposiciones y actividades culturales. En la plaza ante la entrada principal, os encontraréis una escultura del arquitecto sentado en un banco, mirando su obra.
Si tenéis algo más de tiempo, León tiene museos para todos los gustos: el de Historia de León, el Etnográfico, el Episcopal, la Casa-Museo de Sierra Pambley (recreación de una casa burguesa del siglo XIX), y la Casa- Museo del pintor Vela Zanetti.
Sin duda, hay que recorrer el conocido como Barrio Húmedo, parte del casco antiguo en torno a la Plaza de San Martin. Es la zona por excelencia de tapeo de la ciudad, con más de 100 bares.
Disfrutaréis del ambiente, de los productos típicos como la cecina, el chorizo, las setas y por supuesto, saborearéis los vinos de León, con dos denominaciones de origen: la de Tierras de León y el Bierzo.
Como es costumbre, en cada establecimiento os sorprenderán con la tapa de su especialidad, gratis, por supuesto.
Es la zona más tradicional de tapeo y la más vital de la ciudad, pero no la única, ya que en cualquier bar de la ciudad os obsequiaran con una tapa y un poco de conversación.
Si sois de los que no quieren acabar nunca la fiesta, este es también vuestro barrio pues los vinos y los cortos dejan paso a las copas hasta la madrugada.
Tenéis que visitar con calma la Catedral para percibir los juegos de luz de sus vidrieras que la dotan de una belleza única entre las catedrales españolas.
También es interesante el coro de la catedral, uno de los más antiguos de España, y si os animáis, podéis recorrerla buscando el pellejo del topillo, que según la leyenda que cuentan los leoneses, es el culpable de los malos cimientos que tiene la catedral.
Aunque la verdadera responsable del problema de cimentación del edificio es el agua de las termas romanas sobre las que se construyó.
No lejos de la catedral, encontrareis la Colegiata románica de San Isidoro con los frescos que nos muestran la vida cotidiana del siglo XIII, escenas de la vida de Jesús y el famoso Calendario agrícola, decorando el Panteón Real, donde se encuentran los restos de los reyes leoneses.
Hace poco se abrió en un ala de esta colegiata el Museo Bíblico y Oriental, con una de las colecciones sobre de las civilizaciones mesopotámicas más importantes del mundo.
No dejéis la ciudad sin visitar San Marcos, hoy Parador de León y restaurante tras múltiples cambios de función (albergue, convento, hospital y cárcel cuyo más ilustre preso fue Quevedo). Situado al lado del río, su fachada plateresca contrasta con los edificios innovadores del MUSAC, el Auditorio y la sede de la Junta de Castilla y León.
Por la noche, la iluminación y las fuentes de la gran plaza peatonal que se abre ante el parador, lo convierten en un lugar mágico que no debéis perderos.
FUENTE: http://www.turismoleon.org